lunes, 6 de abril de 2015

USO DE LOS CULTIVOS DE PORONGO

Achachairú: El dulce encanto de una fruta cruceña

Si hubiera que elegir la fruta más deseada, buscada y apetecida por el cruceño, nadie dudaría en señalar que el achachairú se lleva el primer lugar.

Desde noviembre hasta fines de febrero, la fruta anaranjada, de pulpa blanca es reina y señora en los mercados y su demanda cada vez es mayor. Frente a esta situación ya hay iniciativas no sólo para aumentar su producción y calidad, sino también para aprovecharla en la elaboración de jugos, helados, conservas y otros productos. Las bondades de esta fruta hacen pensar a los productores e investigadores que en algunos años más, podría convertirse en una fruta de exportación.

Los chiriguanos la llamaron ‘pacurí’; los guarayos, ‘ibaguazú’; los mojeños, ‘cachicheruqui’; los sirionó, ‘tiquidea’ y los chiquitanos, ‘shashairu’, quizás de este último nombre es que proviene la denominación con el que todos la conocemos ahora: achachairú.

Para los científicos en cambio primero se llamó Rheedia spp y la especie que más gusta y se comercializa se llama Rheedia laterifolia L, pero actualmente los taxonomistas la denominan Garcinia humilis.

Las plantas de este fruto crecen de manera natural en todo el Oriente de Bolivia y se han encontrado distintas especies. Según el tamaño y peso fueron clasificados en 12 tipos, que a su vez fueron agrupados en grandes, medianos y pequeños.

El achachairú que más se consume y el de mayor aceptación es conocido como ‘común’ o ‘selecto’ (Garcinia humilis). En Santa Cruz se da en la zona del Parque Amboró y en localidades como Porongo, La Guardia, El Torno, Saavedra, Montero, Buenavista, San Pedro, Guarayos y San Javier.
“El ‘selecto’ no presenta un fruto tan grande con relación a los de otras especies, pero contiene el mayor porcentaje de pulpa, menor porcentaje de cáscara y semilla con relación a los demás frutales de la familia, lo cual implica que contiene mayor cantidad de parte comestible o aprovechable de forma directa”, dice el ingeniero agrónomo y especialista en fructicultura tropical, Daniel Ardaya en el libro El cultivo del achachairú (manual de recomendaciones), que pronto será publicado por el Centro de Investigación Agrícola Tropical (CIAT).

Tradicionalmente se ha cultivado en pequeñas plantaciones y de manera dispersa; sin embargo, algunos productores, como Joaquin Soliz, se dieron cuenta de que podía ser rentable. Fue así que 18 años atrás empezó con una plantación de dos hectáreas en la zona de La Guardia. Cada año fue ampliándola y actualmente tiene 26 hectáreas, de las cuales 12 ya le dan frutos. “El año pasado fue un buen año para mí, porque logré cosechar un millón y medio de frutas”, cuenta Soliz y agrega que su principal mercado es la ciudad de Santa Cruz. “Es un producto que nunca se queda sin vender, pero aun así la cantidad que se produce es muy poca para poder exportar”, explica el agricultor, al que tiempo atrás unos australianos le hicieron un pedido de grandes proporciones que tuvo que rechazar porque no alcanzaba con la cantidad que ellos requerían.

Otra de las personas que se animaron a probar nuevas alternativas con el achachairú fue Jorge Taborga Aramayo, propietario de la empresa Alimenta, que desde el año pasado envasa las pulpas de esta fruta. “Luego de un año de pruebas decidimos iniciar la producción del achachairú enlatado. Lo hemos distribuido en distintos supermercados del país y ha tenido muy buena recepción”, comenta Taborga.

Alimenta trabaja desde hace diez años y ha logrado industrializar otros productos nacionales y exportarlos. Tiene su planta de elaboración en el kilómetro 17 de la doble vía a La Guardia. A fines de diciembre empezó a recibir las frutas para, luego de un proceso de selección, realizarles un tratamiento para su conservación, posteriormente enlatarlas en almibar. El consumidor sólo tiene que abrir el envase y consumirlo directamente o diluirlo en dos litros de agua para beberlo como refresco.

“En Bolivia tenemos muchos productos que no se están aprovechando. Ya hubiéramos podido exportar frutilla enlatada a Francia y queremos hacer lo mismo con la manga y el achachairú, pero a otros destinos de Europa. Abrir un mercado no se hace de un día para el otro. A veces se tarda uno o dos años, pero una vez lo encuentras se hace fiel y se puede incrementar la exportaciones”, dice el gerente general de Alimenta, y agrega que esperan aumentar su producción para este año y distribuirla en más ciudades del país.
“Creemos que cuando el achachairú se dé a conocer en mayor proporción se convertirá en una fruta de lujo dada su exquisitez. Tendrá una amplia aceptación en el ámbito de consumidores de otros países que tengan preferencias por frutas de alta calidad y buenas características nutritivas”, menciona Ardaya.

Buscar nuevas alternativas para procesar la fruta no es casual, sino una necesidad, advierte Adalberto Flores, de la Fundacion Trópico Húmedo, que en 2003 desarrolló junto al CIAT y la Asociación de Horticultores y Fruticultores (Asohfrut) un proyecto para el mejoramiento de la producción, selección y comercialización del cultivo de la Garcinia humilis en dos comunidades del municipio de Porongo y en Terebinto. “El 20% de los frutos que da una planta de achachairú común son grandes, el 40% son medianos y el resto son pequeños. Por su tamaño, este último 40% es rechazado por los comercializadores de frutas. En otros casos, los productores los tienen que vender a precios casi regalados. Es mucho lo que pierden, cuando ese 40% pueden aprovecharlo para hacer otros productos”, indica Flores.
En ese sentido se trabajó en una primera etapa en el mejoramiento del cultivo implementando técnicas de sembrado, cuidados y recolección de la cosecha. En la segunda etapa se enseñó métodos de comercialización y en la tercera técnicas de transformación de la fruta, para que cumplan las normas básicas de calidad. “Los productores aprendieron a industrializar artesanalmente el achachairú. A utilizar, por ejemplo, su cáscara para hacer vino. De la pulpa hicieron mermeladas y helados. Todo eso ahora lo venden en la feria que anualmente se realiza en Porongo”, señala Noé Morón, presidente de Asohfrut. “El achachairú tiene bastante mercado, pero lo que no hay es la suficiente cantidad como para exportarlo. Se está trabajando con miras de hacerlo y creo que en pocos años más lo lograremos, porque la gente ya ha doblado su producción en la zona de Terebinto y Porongo”, afirma Morón, que considera que proyectos de desarrollo de productos regionales deben encararse en un plazo de cinco años para lograr verdaderos resultados.

Por su parte, Flores dice que todavía hay un amplio campo de investigación de las propiedades de esta fruta, porque hasta ahora lo que se está aprovechando es sólo la pulpa y se sabe aún muy poco de las propiedades que pueda tener su cáscara y de los aceites que se puedan extraer de la semilla.

Pero un paso importante para el desarrollo de nuevas investigaciones y, sobre todo, para la protección a escala internacional de esta fruta boliviana la dio hace unos días el CIAT, al lograr patentar el achachairú ‘selecto’ ( Rheedia laterifolia o Garcinia humilis). La patente otorga a dicha institución la potestad de hacer prevalecer su derecho propietario nacional e internacional sobre el cultivo y la explotación a nivel comercial de dicha variedad. Lo que significa que cualquier país o empresa extranjera que quiera utilizar o aprovechar esta variedad tendrá que hacerlo mediante convenio con el CIAT y pagarle por su uso. De esta manera se trata de evitar que suceda como años atrás ocurriera con otros productos como la quinua y la goma, que fueron extraídos del país y luego desarrollados en otros sin pagar por los derechos debidos.

Para lograr esta autorización, el CIAT consiguió un permiso, denominado ‘Acceso a recurso nativo’ del Ministerio de Medio Ambiente y Biodiversidad del país, y durante tres años tramitó la patente ante organismos internacionales, a los que presentó descripciones varietales, la caracterización físico-química y cumplieron todos los requisitos que exigen el registro de un cultivo perenne.

Bolivia ya tiene un patrimonio más que hace tiempo los cruceños degustan, ahora sólo hace falta cuidarlo y saberlo aprovechar.
 
 
 

Uso

Mates secos en Cochas Chicos (Junín, Perú).
Mates secos, de 20 cm. de ancho por 20 com de alto.

Gastronomía

El fruto aún verde se emplea como verdura; en los cultivares de buena calidad es muy similar en sabor y textura al zucchini (Cucurbita pepo). En China es frecuente en la gastronomía del sur, donde se lo conoce como huzi (chino: 葫子, pinyin: húzi); se lo emplea salteado o en sopas. En el Japón se acostumbra secarlo para su conservación, cortado en tiras que se marinan o salan; conocido como kampyō, forma parte de numerosos platos vegetarianos. En la India se emplea en currys, y las hojas y brotes tiernos se cuecen y usan en sopas y guisados.
Las semillas son ricas en aceite comestible; en el sur de Asia se utiliza para frituras, o se prepara en base a ellas un cuajo vegetal similar al tofu. En Centroamérica las semillas tostadas y molidas se utilizan para preparar una bebida similar a la horchata.
Otras variedades son sumamente amargas, al punto de resultar incomestibles. Dymock sugiere que algunas pueden resultar tóxicas, con efectos similares a los del elaterio (Ecballium elaterium).

Medicinal

La pulpa fibrosa junto a las semillas tiene efectos laxantes y eméticos, mientras que la piel tierna y la decocción de la corteza actúan como diuréticos. Hervido es sumamente digestivo, y ayuda en el tratamiento de la indigestión y la acidez estomacal. El extracto de las flores parece ser moderadamente antibiótico, y en China se utiliza como tratamiento para la diabetes mellitus,9 mientras que el aceite se emplea como vermífugo y aplicado tópicamente para aliviar eczemas o ampolladuras en América.10

Como recipiente

Un mate de porongo.
Una lámpara de calabaza en forma de cabeza.
Calabacilla de pastor o calabaza de agua. Detalle en el cuadro de Juan Bautista Maíno: La Adoración de los pastores (ca. 1611-1613). Museo del Prado (Madrid, España)
En Argentina, Bolivia, Chile, Uruguay, Paraguay, y Brasil, el fruto seco y curado es el recipiente tradicional para el mate, a tal punto que la bebida toma su nombre por metonimia del término quechua para la calabaza, mati o mathi.11
En zonas rurales de Mexico, el guaje es secado y ahuecado para almacenar agua, en esta forma se le conoce como guaje o bule; cuando se corta sólo la base para fabricar un pequeño plato se le conoce como jícara. También es utilizado para que los canarios construyan sus nidos cuando viven en cautiverio.
En todo el mundo algunas variedades, las llamadas calabacillas, "de botija" o "de botella" , se han empleado para el almacenamiento y transporte de líquidos como cantimploras. La variedad llamada en la India katutumbi alcanza gran tamaño y se emplea en Oriente y en Hawái como recipiente para presentar la comida.
En España, como en gran parte de Europa y el Norte de África, ha quedado variada documentación sobre la botija de calabaza (calabazo, botija de pastor o barril de peregrino, entre otras muchas denominaciones),12 citada ya por Menéndez Pidal, que definía el calabazo como término del castellano antiguo usado para designar una "vasija en forma de calabaza". Siguiendo su morfología se diseñó la vasija alfarera, como parte del ajuar o la impedimenta de agricultores y pastores, continuando la tradición popular de referirse a este primitivo modelo de cantimplora, y utilizada para llevar vino o agua, llegaba a tener una capacidad de dos litros.13

Como instrumento musical

Güiro de salsa.
Vista de la planta
Se utiliza como caja de resonancia para la tambura, un tipo de guitarra; otros instrumentos de percusión y de cuerda también lo utilizan, como el berimbau en Brasil, utilizado en la Capoeira. Se utiliza para la construcción de varios instrumentos de cuerda, como sachaguitarra, atamisqueña, N´goñis, Akontings, Nyatitis, entre otros muchos instrumentos.
Detalle de la flor

Como artesanía

En Perú, existe una larga tradición en la fabricación del mate burilado. Mantuvo diversos estilos durante el Antiguo Perú y se transformó durante la Colonia.
En Bolivia, El Tutumo es una pequeña población en el departamento de Santa Cruz, distante a 17 km de la capital cruceña, que lleva ese nombre por la abundancia del árbol productor del porongo.

Taxonomía

Lagenaria siceraria fue descrita por (Molina) Standl. y publicado en Publications of the Field Museum of Natural History, Botanical Series 3(3): 435. 1930.14
Sinonimia
  • Cucumis lagenarius (L.) Dumort.
  • Cucumis mairei H.Lév.
  • Cucurbita idolatrica Willd.
  • Cucurbita lagenaria L.
  • Cucurbita leucantha Duchesne
  • Cucurbita longa hort.
  • Cucurbita siceraria Molina
  • Cucurbita vittata Blume
  • Lagenaria bicornuta Chakrav.
  • Lagenaria cochinchinensis M.Roem.
  • Lagenaria idolatrica (Willd.) Ser. ex Cogn.
  • Lagenaria lagenaria (L.) Cockerell, nom. invalidum
  • Lagenaria leucantha (Duchesne ex Lamarck) Rusby
  • Lagenaria leucantha var. clavata Makino
  • Lagenaria leucantha var. depressa (Ser.) Makino
  • Lagenaria leucantha var. hispida (Thunb.) Nakai
  • Lagenaria longissima hort.
  • Lagenaria microcarpa Naudin
  • Lagenaria siceraria (Molina) Standl.
  • Lagenaria siceraria convar. clavatina Grebenšč.
  • Lagenaria siceraria convar. cugurda Grebenšč.
  • Lagenaria siceraria f. depressa (Ser.) Hiroe
  • Lagenaria siceraria f. microcarpa (Naudin) Hiroe
  • Lagenaria siceraria subsp. asiática (Kobyakova) Heiser
  • Lagenaria siceraria var. gourda (Ser.) Hara
  • Lagenaria siceraria var. hispida (Thunb.) Hara
  • Lagenaria siceraria var. laevisperma Millán
  • Lagenaria siceraria var. makinoi (Nakai) Hara
  • Lagenaria siceraria var. turbinata (Ser.) Hara
  • Lagenaria vittata Ser.
  • Lagenaria vulgaris Ser.
  • Lagenaria vulgaris subsp. africana Kobyakova
  • Lagenaria vulgaris subsp. asiática Kobyakova
  • Lagenaria vulgaris var. depressa Ser.
  • Lagenaria vulgaris var. viscosa Eggers
  • Pepo lagenarius (L.) Moench15

Véase también

Citas

  1. Decker-Walters (19968 ): "Swan (Goose, Speckled Swan, sometimes "Swan" is mis-applied as a synonym for Maranka) - Vendor: Park Seeds. Parentage: native Americans. Characteristics: large dipper shaped fruit with an enlargement near the stem-end of the neck, fruit 14-18" long with a 6" diameter bowl, rind mottled green, 100-120 day maturity. Similar: Indonesian Bottle. 1989."
  2. Seedman. "Gourds"5 : "For birdhouses, drill a small hole through the top for a hanging cord. On the side, cut a hole large enough to accommodate wrens, barn swallows, or other small birds. Shake out the dried seeds. A small hole drilled in the bottom will help drain any rainwater that finds its way into the house. These natural-gourd birdhouses can last for many years."
  3. Decker-Walters (19968 ): "Birdhouse (Purple Martin House, Bird's Nest) - Characteristics: large bilobal with slender neck, thick rind, large blossom end bowl, 8-14" diameter, suitable for making birdhouse, 95-120 day maturity. Whitaker and Davis's Cucurbits, 1962."
  4. Decker-Walters (19968 ): "Purple Martin (Martin, Bird's Nest, sometimes called Birdhouse which is applied to a wider range of fruit types) - Vendor: Rocky Ford Gourds. Parentage: native to Southeast U.S. where the fruit were used as outdoor nesting containers for purple martins. Characteristics: fruit with swollen blossom end measuring 12-16" diameter and a thick variably elongated neck, rind thick and hard. Speck's Gourds of the Southeastern Indians. 1941."

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